Mañana en el ZOO

Aquí en Santiago el viernes fue fiesta, así que aprovechamos para hacer un plan diferente con los niños. ¡Parece mentira que no les habíamos llevado al ZOO todavía! Si, no somos mucho de animales, pero cuando uno es padre tiene que hacer este tipo de cosas...

En Santiago y alrededores, hay 2 Zoos: uno en Santiago centro, en la zona de Bellavista (dentro del Cerro San Cristóbal) y otro a unos 50 km de Santiago, en Buín. El de Buín tiene más animales, es más grande, y todo el mundo comenta que está mejor cuidado. El de Santiago tiene la ventaja de que está cerquita de casa y no tenemos que hacer un trayecto largo en coche, y a mi personalmente me sorprendió porque tiene bastantes animales, y para pasar la mañana está estupendo.

Lo primero que hicimos en la entrada es comprarle a Gloria unos prismáticos, costaban $1000, al cambio más o menos 1 euro y 1/2, así que imaginaros lo que han durado... lo justito para una mañana en el Zoo, pero ella estaba encantada, se sentía en un safari...

Vimos, elefantes, jirafas, flamencos, monos... y muchos animales con nombres rarísimos de Sudáfrica.

A Borja los que más le gustaron fueron los tigres y los leones, debe ser porque ya sabe hacer los ruidos... Pero lo que definitivamente le encantó, fue ponerse detrás de un panel con Gloria donde parecían los dos unos pequeños koalas.

El Zoo de Santiago está en un cerro, así que aunque hay que subir algunas escaleras y alguna cuesta, al llegar arriba hay unas vistas preciosas.

Nosotros llevamos el carrito y no tuvimos ningún problema. Hicimos arriba una parada técnica y compramos unas patatillas y unas botellitas de agua, mientras vimos a los canguros y las alpacas, y así pudimos hacer una pequeña parada para descansar.

Al bajar vimos pingüinos y focas marinas, serpientes y tortugas.

También había un teatro de títeres que empezaba a las 13:00 y allí además pintaban las caras a los niños. Por supuesto, Gloria se pintó de mariposa, estaba claro, que el plan perfecto era convertirse en un animalillo más del Zoo para pasar desapercibidos.

Fue un plan redondo que terminó en un restaurante español que está justo abajo, a la salida del Zoo. Se llama la Bodeguita de Cristóbal, y para mí lo mejor son los calamares a la romana, la paella y el cabrito (tranquilos, que no pedimos todo, sólo es una recomendación...) así que ya sabéis, un buen plan con niños para pasar la mañana si estáis en Santiago.
¡Feliz semana!