lunes, 27 de octubre de 2014

Receta Lemon Pie

Tengo que haceros una confesión, y es que el dulce me vuelve loca. Si tengo que elegir entre dulce o salado, siempre elijo dulce. Una de las cosas que en este sentido peor he llevado, es que desde que nació mi hija mayor, me diagnosticaron "resistencia a la insulina" y eso significa que si no me controlo con el azúcar acabaré siendo diabética dentro de poco, así que estoy en ello, y cuando tomo algo dulce, trato de hacerlo en pequeñas cantidades.... pero esto no significa,  que no comparta mis mejores recetas de postres con vosotros


 
El jueves tuve una cena y llevé un lemon pie, así que, aprovechando que quedó muy rico, os paso la receta para que disfrutéis de ella tanto como yo (aunque espero que vosotros probéis un poquito más...)

El lemon pie tiene un base de masa quebrada, un relleno de limón, y está coronado con muuuuuuuuuuucho merengue. Es un postre muy típico aquí en Chile, en todas las pastelerías a donde vayas encuentras uno en el mostrador. Además tienen una pinta impresionante, porque los chilenos son unos auténticos expertos con el merengue (en concreto con el merengue italiano, ese que el elástico y brillante y no se baja a la primera de cambio).

Así que aquí os dejo la receta del lemon pie que acompañada de un café o un te, va estupendo.

Para la masa:
. 2 tazas de harina
. 1 taza de azúcar glas (azúcar flor para los chilenos)
. 100 gr de mantequilla sin sal cortada en cuadraditos a temperatura ambiente

Juntar todos los ingredientes y amasarlos con la mano. Cuando estén todos los ingredientes completamente integrados, poner la masa en un molde de tartas o bizcocho redondo y aplastar con las manos, estirando los bordes hacia arriba, hasta que quede una capa fina (pero que no se vea el fondo del molde). Introducir al horno a fuego medio durante unos 5 minutos con el horno previamente calentado, hasta que haya cogido un poco de  color (muy poco, sólo que veáis que no está crudo).

Para el relleno:
. 1 bote de leche condensada (400 gr)
. 1 taza de zumo de limón
. 2 yemas de huevo

Mientras que la base está en el horno, mezclais todos los ingredientes, hasta que estén unidos,como una crema. Poner esta mezcla encima de la base de la tarta (recién cocinada) y volver a meter en el horno durante 7 u 8 minutos, hasta que la mezcla esté firme (que no esté líquida)
Dejar enfriar a temperatura ambiente y una vez que esté frío meter en la nevera.

Para el merengue:
. 6 claras de huevo
. 2 tazas de azúcar normal
. 1/2 taza de agua fría


En una olla pequeña, poner 2 tazas de azúcar y 1/2 taza de agua fría y mezclar. Poner al fuego y dejar que hierva unos 8 minutos sin mover, hasta que quede, lo que en Chile llaman un almíbar de pelo; esto significa, que al meter una cuchara y sacarla, cae el almíbar consistente, como un hilo fino. Batir las claras a punto de nieve y cuando estén firmes, añadir el amíbar caliente muy poco a poco, y que caiga como un hilito fino. ( Yo ahí pedí ayuda, porque es mejor no dejar de batir). Batir por lo menos 10 minutos, y hasta que el merengue ya no esté caliente. Poner el merengue encima de la tarta cuando ésta ya esté fría. Meter en la nevera hasta servirla.
























No os asustéis que de verdad que no es nada difícil. Así que animaros, que con este postre, seguro que sorprendéis a todo el mundo y triunfáis.

¡Que tengáis una feliz semana!


lunes, 20 de octubre de 2014

A vosotras ¡por valientes, por guapas y por madrazas!

Mi abuela Gloria (MamaGloria para los nietos), se fue a vivir a Asunción, Paraguay, al poco tiempo de casarse. Allí estuvo viviendo unos 7 años, y allí también nacieron sus tres primeros hijos, entre ellos mi madre. Tenía contacto con sus padres a través de cartas, por supuesto, que en esa época, no existía ni skype, ni teléfonos móviles, ni toda la tecnología que tenemos ahora. Durante todo ese tiempo, sólo viajó una vez a España, y lo hizo en barco con su hijo mayor.


Hoy he hablado con Bárbara, una amiga que también es española y vive en Santiago. La semana pasada nació su primer hijo. 
 

 
No he podido ir a verla todavía, pero estos días he vuelto a experimentar y recordar esa sensación que tuve cuando nacieron mis hijos aquí en Chile. Esa sensación de estar viviendo uno de los mejores momentos de mi vida, pero lejos de la familia. Bárbara ha tenido la suerte de que su madre ha podido venir a acompañarles en estos días tan bonitos, y yo también tuve la suerte de que mi madre viniera cuando nacieron mis dos hijos, es verdad que hoy hablábamos de que no nos podíamos quejar, efectivamente, no tenemos la misma situación que la que vivió mi abuela, o las situaciones dificilísimas que viven, ahora mismo, otras madres lejos de su país. Pero yo creo, que todas las que damos a luz lejos de los nuestros, vivimos una situación parecida de máxima alegría y a la vez esa pena de no tener cerca los abrazos y el cariño de los más cercanos. Es por eso que hoy quería hacer este pequeño homenaje a todas las mujeres que dan a luz lejos de su país, porque si ya el parto (o cesárea) es complicado, en otro país se hace un poquito más difícil. Así que, a Bárbara y a MamaGloria; a Blanca, Paty, Paula, Nuria, Lupe, Celia, Sonia, Mariola, Mapi.... y a todas las que son madres en otros países que no son los suyos. ¡Por valientes, por guapas, y por madrazas!
 
¡Que tengáis una feliz semana!

jueves, 16 de octubre de 2014

Momentos únicos

Más de uno, habrá pensado que ya se me había pasado el boom de los primeros días del blog, y que esto se había acabado. Pero no, nada más lejos de la realidad...

Os pido disculpas porque me fui sin avisar. Ni un mísero: "hasta luego, me voy de vacaciones", o un "estoy bien de vuelta en Santiago". La verdad es que pensaba escribir desde España cuando nos fuimos en Julio, pero me resultó imposible. Y la vuelta, ha sido como siempre, durilla y con mucha pereza para volver a la realidad. Pero estoy de vuelta, que es lo importante, y prometo escribir asiduamente como lo venía haciendo hasta las vacaciones (que se han alargado más de la cuenta).

El verano ha sido estupendo, mucho calor, familia, playita, amigos y desconexión (en todos los sentidos). Lo hemos pasado estupendamente.


La vuelta, como viene siendo habitual desde hace 5 años, es esa mezcla entre: "qué bien llegar a casita" y "en España se está tan bien...". He estado pensando seriamente sobre ese tema estos días, y a mí lo que me pasa es que idealizo lo que no tengo. Cuando estoy en España, echo de menos mi casa y mis rutinas; y cuando estoy aquí en Chile, no paro de pensar en las siguientes vacaciones o lo bien que estaríamos si viviéramos en España cerca de nuestras familias. La verdad es que así no disfruto plenamente de lo que tengo, y al final vivo pensando en el futuro y no en el presente. Así que he tomado la firme decisión de disfrutar del día a día, del tiempo que nos queda en Santiago (que no sabemos si siguen siendo 3 o 4 años, igual que en 2009, o nos queda algo menos...); de los grandes amigos que hemos hecho aquí; de las plazas, los jugos de frutilla, el manjar y los asados; poder ir a pasar el día a la playa; estar el fin de semana los 4 juntos, y que buenos amigos nos inviten a pasar el día con ellos, como si de nuestra familia se tratara; quiero disfrutar de no trabajar y estar con mis hijos casi todo el día, aunque por las noches siempre diga que estoy "saturada de niños"; desayunar los domingos tortitas viendo el "Manquehuito", cocinar con cilantro, ir a la feria y que me digan : ¿qué quiere mi caserita?; quiero disfrutar de "no saber qué hacer los fines de semana", escuchar hablar a Gloria con acento chileno, de los Andes inmensos que no tienen fin... y de tantas y tantas cosas, que cuando volvamos a España, recordaré con muchísimo cariño, y "extrañaré" mucho más de lo que ahora me imagino. La vida está hecha de momentos únicos que hacen que ésta, sea diferente a todas las demás, y lo importante es disfrutarlos sabiendo que no se volverán a repetir.

¡Feliz jueves!